Consiste en restablecer el paso de espermatozoides a través de los conductos deferentes
previamente seccionados mediante técnicas como la vasectomía.
La intervención se realiza mediante anestesia espinal y una o dos pequeñas incisiones en
el escroto que nos permite acceder al área de trabajo. Se identifican las zonas de los
conductos deferentes seccionadas y se reparan con la ayuda de instrumentos de
magnificación como el microscopio o gafas-lupa de aumento que permiten realizar suturas
con gran precisión.
El éxito de la intervención depende de la técnica y tiempo transcurrido desde la
vasectomía previa, material utilizados en la vasovasostomía (suturas de muy pequeño
calibre, métodos de magnificación), existencia de granulomas, etc.
Hoy en día es una técnica muy demandada gracias a las tasas de éxito conseguidas con
el instrumental que disponemos.