Es el tratamiento de patologías como la litiasis urinaria mediante un endoscopio de
pequeño calibre (ureteroscopio) introducido a través del uréter. En otras ocasiones
se utiliza para el diagnóstico y tratamiento de tumores ureterales. El ureteroscopio
puede ser rígido o flexible, siendo posible con este último el acceso a todas las
cavidades renales.
Se suele realizar con anestesia espinal y evita el hacer incisiones en el cuerpo. A
través de la uretra se localiza el orificio de entrada del uréter en la vejiga y se
progresa por él hasta localizar la litiasis a tratar o la zona a biopsiar. Con ayuda de
pinzas especiales se pueden extraer cálculos y tumores, llegando incluso al riñón.
Cuando el cálculo es demasiado grande se puede fragmentar para extraerlo sin
lesionar el uréter por medios como el láser, ultrasonido o energía electrohidraúlica.
Es un procedimiento con baja tasa de complicaciones y suele permitir el alta de
forma precoz en tiempo incluso inferior a 24 horas.