Es el procedimiento quirúrgico de elección para el tratamiento de la disfunción eréctil de
cualquier origen en pacientes refractarios a otras líneas de tratamiento más
conservadoras.
Consiste en la colocación de unos cilindros que se inflan con suero salino en el interior de
cada cuerpo cavernoso, generando una erección de buena rigidez que permite desarrollar
el coito. Tras tener la relación, mediante una válvula alojada en el interior del escroto y
manejada por el propio paciente vaciamos la prótesis consiguiendo la flacidez del pene.
La colocación de este dispositivo conlleva una procedimiento quirúrgico de bajo riesgo
operatorio, en el cual se extreman las medidas de antisepsia con el fin de evitar la
complicación mas grave, que es la infección de la prótesis.
Se realiza en la mayoría de los casos bajo anestesia epidural, con un ingreso hospitalario
de 24-48 horas. Una vez transcurridas 4-6 semanas del procedimiento, los pacientes
pueden iniciar el manejo de la prótesis para retomar su vida sexual.