Es uno de los métodos de tratamiento de la litiasis (cálculos, piedras) localizadas en el
riñón. Es una alternativa quirúrgica para el manejo de aquellas litiasis de tamaño
intermedio que no responden a otros tratamientos como la litotricia (ondas de choque
externas). Consiste en el acceso directo a las cavidades renales mediante una punción
del riñón desde la región lumbar con el fin de crear un trayecto que permita el paso de
instrumental endoscópico para de esta manera fragmentar la litiasis y extraerla
posteriormente
Clásicamente se había indicado este procedimiento en casos de litiasis de gran tamaño
(mayores de 2-3 cm), sin embargo el avance de los dispositivos ópticos (mini
nefroscopios) y las fuentes de energía de fragmentación (energía láser), han permitido
disminuir el calibre de los instrumentos, minimizando el riesgo de sangrado y de esta
manera acortando los tiempos de estancia hospitalaria del paciente.
Este procedimiento se realiza bajo anestesia general y requiere habitualmente 48-72
horas de ingreso hospitalario, siendo la infección urinaria y el sangrado renal, las
complicaciones más habituales, aunque hoy por hoy poco frecuentes gracias a la
estandarización de las pautas de profilaxis antibióticas y evolución del instrumental
quirúrgico.