Dilatación de la vía urinaria (uréteres, pelvis y cálices renales).
La mayoría de las veces es debida a una obstrucción a algún nivel de la vía urinaria pero puede también haber hidronefrosis sin obstrucción como en los reflujos vesicoureterales. De forma prolongada puede ocasionar un daño irreparable de la función renal incluso sin síntomas. Otras veces se acompañan de infección urinaria e incluso sepsis.
Las causas pueden ser congénitas como la estenosis de la unión pieloureteral, valvas uretrales o adquiridas como los cálculos ureterales, el crecimiento prostático por hiperplasia prostática benigna o cáncer, la estenosis de uretra o el embarazo.
Se debe evaluar si se asocia a dolor, hematuria, fiebre, dificultad miccional, si hay antecedentes quirúrgicos, familiares, tabáquicos etc.
Puede haber una analítica de sangre en la que la función renal sea normal y sin embargo haber una obstrucción completa de uno de los riñones.