Presencia de sangre en orina.
Puede ser macroscópica cuando se ve a simple vista la orina teñida de sangre, o microscópica, cuando solo se detecta mediante análisis o pruebas específicas.
Independientemente de su intensidad siempre debe ser estudiada ya que puede ser un signo de enfermedad urológica grave.
Aparece en múltiples trastornos de la via urinaria tanto benignos como malignos. Infecciones de orina, tumores y cánceres uroteliales, enfermedades renales, litasis urinaria, cáncer de próstata, traumatismos, ciertos fármacos como determinados analgésicos y ciclofosfamida, radioterapia pelviana, cuadros febriles de distintos orígenes etc pueden estar en el origen de la hematuria.
El antecedente de tabaco, ser varón y edad mayor de 40 años son factores de riesgo añadidos muy a tener en cuenta.
El hacer una detallada historia clínica nos puede ayudar en el diagnóstico aunque es obligatoria una completa evaluación urológica. Reseñar si es una hematuria solo al principio o final de la micción, si se acompaña de dolor, si ha tenido lugar con el ejercicio físico, tras una manipulación quirúrgica de la vía urinaria o si se presenta en algún otro familiar nos pone sobre la pista de algunas patologías pero no nos excluye de la necesidad de una correcta evaluación a fondo.